¿Pepito Grillo?

Siempre he defendido ante todo que el fútbol es un deporte de contacto, donde se pegan patadas, empujones, pisotones, y hasta algún que otro mordisco…(los menos), pero con lo que jamás he comulgado es con confundir el juego físico con la violencia intimidatoria. 

En los últimos años he asistido con cierto asco a la actuación de ciertos futbolistas, generalmente defensas, que se pasean por el campo como si aquello fuese un ring de lucha libre, donde impera la ley del más fuerte. Así asistí a las horribles entradas y juego marrullero de los sevillístas Pablo Alfaro y Javi Navarro por citar a algunos de nuestra Liga, o la simple y llana conducta delictiva del ex medio centro del Manchester Utd. Roy Keane (horrible la patada que asestó a aquel jugador con el único fin de lesionarlo, máxime cuando además esa patada acabó por retirarlo…). 

Pero en estos días en los que la FIFA intenta que impere su política de Fair Play, asisto con asombro a como en el Real Madrid juega, por decirlo finamente, uno de los jugadores con más tendencias psicóticas que me he echado a la cara en años. Me refiero como no, al brasileño nacionalizado portugués Pepe. 

El pasado Sábado asistimos a su enésima “cruzada de cables” en la cual fue expulsado tras intentar agredir a Negredo. Unos dirán que ni le da, que ni es para tanto, etc…, yo sólo os pido que repaséis el vídeo que aquí os pongo para que veáis como, no sólo, le tira DOS veces la mano a la cara, sino que además le mira para ver dónde lo tiene, y  para más escarnio la jugada es completamente innecesaria ya que desde el primer momento le tiene perfectamente ganada la posición y por tanto controlada la situación. Simple y llanamente parece que quiere decirle “Ey campeón, te voy a tocar un poquito la cara para que sepas contra quién estas jugando y lo que te puede pasar si continúas tocándome las narices…”. 

Lo peor del caso de este jugador no es esto, sino que es un personaje reincidente en estas actitudes, y al incidente contra el Getafe me refiero. Cuando a Casquero no le puso la cabeza en el fondo marcador por pura y dura falta de puntería, y no contento con eso le tiró dos puñetazos a otro jugador del Getafe, el Madrid, además de la sanción que le impuso el Comité de Competición, debió despedirlo fulminantemente, ya que semejante individuo no tiene la cabeza en su sitio, no ya para jugar en uno de los equipos más importantes del Mundo, sino para ejercer la profesión de futbolista en un equipo de solteros amateur. 

Por supuesto el la sede del equipo donde juega no sólo no lo despiden, sino que además lo justifican y lo disculpan, amparándose en excusas tan baratas como que “lo provocan”, “en el fondo es un buen chico que le pierde su temperamento”, y algunas más que no pongo por no insultar la inteligencia de los que me leéis. Así que como dice el refrán “En el pecado lleváis la penitencia…”. 

Para terminar diré, que contra un jugador que tiene esta conducta, no se actuará hasta que no acabe por hacer realmente daño a alguien, lo cual no ha ocurrido todavía por pura suerte, de lo que entendemos que en el fútbol actual, o al menos en la Liga Española, lo que realmente se castiga es…la buena o mala puntería…