miércoles, 4 de enero de 2012

Morder más de lo que se puede tragar...




“Hay gente que no es consciente de sus propias limitaciones…”, esta es una frase que me parece perfecta para comenzar hoy…Todo viene al caso del partido que ayer se jugó en Madrid, entre el Real Madrid y el Málaga de los “petrodólares”. 
No me referiré hoy al partido en sí, aunque si diré que el Madrid se libró de una buena, pero Benzema (para mi de los mejores con diferencia de la temporada…), les sacó las “castañas del fuego”. Me referiré a un artículo que leí en la prensa el día antes del partido, en el cual se comentaba que la afición malagueña estaba muy enfadada y le exigía al equipo que estuviese, al menos, en puestos de Champions. Durante un rato estuve reflexionando sobre el tema, y llegué a la conclusión de que esta película ya la había visto otras veces.  
En esta película una afición, cree que su equipo es bastante más de lo que es en realidad, y en consecuencia le exige como tal. Vamos a ver señoras y señores, no nos confundamos, que el Málaga no deja de ser un equipo que el año pasado casi desciende, y que ha fichado a un montón de viejas glorias, que se pasan la mitad de las veces lesionados o arrastrándose por el campo, y para los que el Málaga es su retiro dorado al solo de la costa española. No digo que no sea un equipo que pueda luchar por un puesto en Europa League, pero por Champions, por favor, seamos serios, al menos este año. 

Este caso me recuerda muchísimo al del Valencia, un equipo que se permitió la “alegría” de poner en la calle a entrenadores como Cúper o Benítez, que sí, que puede que cuando los echaran no estuviesen haciendo su mejor temporada, pero son entrenadores que llevaron al equipo a finales e incluso a ganar títulos importantes, lo cual, no deja de ser algo excepcional, pero cuando el equipo vuelve a su senda normal, que es la de estar generalmente por debajo de los dos grandes, comienzan los pitos y abucheos por parte de la afición…Y no, las cosas no son así, hay que saber quién se es, y qué se puede esperar en la vida, tampoco digo que se aspire a hacer temporadas mediocres o conformístas, pero tampoco se puede vivir en una nube, creyéndose uno mucho mejor de lo que es, ya que actitudes en la así en la vida sólo llevan a una continua frustración por la lógica no consecución de los utópicos objetivos que se marca el sujeto en cuestión. 
Así que para terminar, les daré un consejo a estas dos aficiones, a la malaguísta, que tenga paciencia, y a la valencianísta, a ver si somos conscientes de quién somos realmente

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